El gobierno italiano, como precedente China y Corea del Sur, confía en la tecnología para trazar el virus a través de los Smartphones.
Asustado por el coronavirus, el gobierno italiano está evaluando nuevas herramientas para detener las infecciones. Tras una larga serie de decretos que han marcado el iter italiano durante este ultimo mes, y que han servido de ejemplo a otras naciones, ahora el estado italiano evalúa la hipótesis de un contraataque tecnológico. De hecho, el uso de la tecnología podría ayudar a las instituciones y entes, que están trabajando en este periodo de crisis, poniendo a su disposición la información obtenida por los datos de los usuarios, asegurando el cumplimiento del RGPD.
Esta iniciativa no es original de Italia, sino está fundamentada en los ejemplo que nos llegan desde oriente, en particular modo desde China y Corea del Sur, donde durante la emergencia sanitaria han utilizado los BigData para frenar los contagios. Además, también EEUU se está moviendo hacia esta dirección, donde la Administración de Trump está debatiendo con la Silicon Valley el uso sistemático de la geo-localización. Según el Washington Post, las autoridades de salud están considerando la hipótesis de utilizar los datos recopilados por los GPS, en forma anónima y agregada, para mapear la propagación de la infección, y también para verificar si las personas mantienen las distancias de seguridad entre ellos.
En Corea del Sur han cruzado y procesado las imágenes de las cámaras de seguridad de las calles, las transacciones efectuadas con las tarjetas de créditos y los datos de geo-localización guardados por los Smartphones y automóviles. Todo esto ha permitido reducir drásticamente el tamaño de la infección mediante la identificación de ciudadanos potencialmente infectados. Así que, cientos de sospechosos positivos a la infección Covid-19 han sido rastreados y luego sometidos a los controles sanitarios, a cambio de un anonimato de datos totalmente inexistente, con reflejos personales y sociales desagradables. Por otro lado, pero, tenemos que pensar que si una democracia avanzada como la de Corea del Sur ha aceptado este desafío, esto subraya cuánto la emergencia por Coronavirus está rozando la frontera de la privacidad personal.
Muchas empresas están trabajando en el desarrollo de aplicaciones que permitan trazar los movimientos, en tiempo real, de las personas que han resultado positivas al virus, para advertir a quienes ha entrado en contacto con estas personas, o identificar el desarrollo de nuevos focos de infección y detallar geográficamente la emergencia. Todo esto, afirma el administrador del Centro medico Santagostino y membro del “Ascolto Onlus” Luca Foresti, garantizando el anonimato. Ahora bien, tenemos que recordarnos que alcance de la sanidad publica es un claro ejemplo donde los derechos de los ciudadanos pueden estar sujetos a limitaciones, incluso de forma incisiva, siempre que sean proporcionales a la necesidad específica y se caractericen por la temporalidad. De este hecho somos todos testigos desde el pasado 15 de marzo. Indudablemente está claro que en las circunstancias actuales el equilibrio entre privacidad y salud en Italia, como en España y otros países de Europa, parece particularmente difícil.
Se ha expresado sobre este tema también el del European Data Protection Board (de aquí en adelante Edpb), que ha enmarcado que, a día de hoy, no hay ninguna “vigilancia digital" en cuanto hay reglas a seguir: los datos de geo-localización pueden ser utilizados por el operador "solo cuando se hacen anónimos o con el consentimiento de las personas". Y cualquier medida de "derogación" aplicada por los estados miembros de forma individual, con el objetivo de hacer frente a la emergencia debe ser "necesaria, adecuada y proporcionada dentro de una sociedad democrática". El mismo Andrea Jelinek, presidente de Edpb, ha recordado en varias ocasiones que el RGPD "no obstaculiza las medidas tomadas en la lucha contra la pandemia" pero que "incluso en estos momentos excepcionales, el responsable de los datos debe garantizar la protección de los datos personales de los interesados".
Si volvemos al caso italiano, y más en lo especifico a la Región Lombardia, gracias a los datos que se han puesto a disposición por parte de las grandes empresas telefónicas se ha descubierto que al menos el 40% de los residentes en la región siguen desplazándose, algunos por trabajo y otros por otras razones. No obstante, el asesor al Welfare Giulio Gallera ha afirmado que se tratan de datos obtenidos de forma anónima.
Así que ¿De quién son realmente nuestros datos? Nunca como ahora, con la emergencia del coronavirus, los italianos están entrando en la llamada "vida digital": China, Taiwán y Corea, gracias a los datos, han frenado el contagio. ¿Cómo se plantea actuar Europa y cómo planea proteger la propiedad de datos sensibles? Solo tenemos que esperar.
Luisa Cardona
Abogada en TQAbogados,
especialista en Protección de Datos y Derecho de las Nuevas Tecnologías.
ICAM 131001
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